La inclusión social y la inteligencia emocional, claves en la renovación de la orientación
Más de 200 orientadores reflexionan y reivindican el papel de estos profesionales en la transformación de la educación»¿Debemos limitarnos a facilitar tecnología escolar a los centros, profesores, alumnos y familias? O, por el contrario, ¿debemos adquirir un compromiso social múltiple ante la sociedad y la educación?». Estas preguntas y muchas más planteaba Jaume Francesch, presidente de la Asociación Catalana de Psicopedagogía y Orientación, durante la conferencia inaugural del IX Encuentro Estatal de Orientadores celebrado en Zaragoza entre el 18 y 20 de mayo pasados.
El también secretario general de la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE), la entidad organizadora del congreso, tiene muy claro que «urge una profunda transformación en el mundo educativo» y que los profesionales de la pedagogía, la psicología, la sociología y la psicopedagogía deben contribuir a ello, mediante una orientación para el cambio, lema escogido para el evento de este año.
Esta apuesta por la «inclusión social», tal y como la define el psicólogo y psicopedagogo, consiste en «una propuesta emancipadora, vinculada a valores (autonomía y generosidad), que se expresa con actitudes (sencillez y respeto), reconoce identidades (las diferencias estimulan, los vínculos reconfortan) y defiende los intereses de las personas y colectivos más vulnerables», ha explicado al auditorio, integrado por más de 200 profesionales de la orientación y educación.
Más concretamente, Francesch apuesta por mejorar las relaciones entre la escuela y el entorno, entre el profesorado y las familias, reflexionar sobre el consumismo y la publicidad en los centros educativos y orientar para difundir una educación sexual integral.
Mejorar la educación emocional de profesorado y alumnado
Además de buscar un enfoque inclusivo y potenciar la formación de los docentes en atención a la diversidad, entre las conclusiones de este año se ha destacado también la importancia de la educación emocional, tanto por parte del profesorado como del alumnado. Así, los profesionales reunidos en el CaixaFórum de Zaragoza han reclamado más formación psicopedagógica y emocional del profesorado en las titulaciones de grado, máster y formación continua, así como tener en cuenta las «habilidades emocionales y pedagógicas» a la hora de acceder a la función docente.
Por el lado del alumnado, se ha planteado a la subcomisión del Congreso de los Diputados que está elaborando el conocido pacto educativo que incluya «la Educación emocional en los currículums de las diversas etapas educativas y también que racionalice los excesivos contenidos académicos en todos los niveles».
Un pacto educativo que ponga en valor la orientación
La inclusión y la educación emocional también han estado presentes en la mesa redonda sobre ‘Las reformas educativas: por dónde vamos y hacia dónde en la Orientación’, moderada por Jesús Prieto, vocal de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía y miembro del comité organizador. Así, Prieto ha explicado cómo la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) otorga «un papel relevante a la atención a la diversidad en la teoría, pero en la práctica no ha tenido una repercusión en el aula en el día a día, cuestión que en cierto modo ha dependido del esfuerzo personal de algunos que apuestas por la inclusión». Sobre la segunda cuestión, los representantes de las asociaciones homólogas de Valencia, Castilla-La Mancha, Aragón y La Rioja, presentes en la mesa redonda, han considerado necesaria la inclusión de la «competencia emocional en el currículo dentro de las competencias clave».
Los presentes en la mesa han reclamado también un pacto por la educación que «tenga en cuenta tanto al profesorado como a los servicios de orientación». Para ello, estiman imprescindible reflexionar sobre el papel de los orientadores, para evitar que el departamento de orientación se convierta en un «cajón de sastre». De momento, parece que existe consenso en que el modelo ideal podría basarse en orientadores y orientadoras en el centro más una red de apoyo. Y un «modelo ecológico frente a un modelo clínico».
Un orientador por cada 250 estudiantes
El congreso también ha servido para recoger algunas reivindicaciones del gremio, como la necesidad de mejorar los servicios de orientación, al establecer un orientador por cada 250 alumnos y alumnas, como recomienda la UNESCO y la Asociación Americana de Orientación. «Habría que potenciar de igual manera a los profesionales de Servicios a la Comunidad, de Pedagogía Terapéutica y de Audición y Lenguaje», han añadido los organizadores en el documento de conclusiones.
Además, durante el encuentro se celebró otra mesa redonda sobre las exigencias de la orientación en el siglo XXI, así como tres bloques simultáneos de talleres sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje, la orientación y acción tutorial, y la orientación académica y profesional.
Asimismo, en el IX Encuentro Estatal de Orientadores tuvo lugar la asamblea de la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España, una conferencia sobre la entidad a cargo de la presidenta de la entidad, Ana Cobos, y la presentación de la revista de COPOE ‘Educar y orientar’.
Redacción de Educaweb 28/05/2018
